SANACIÓN POR ARQUETIPOS
El máximo exponente de la Sanación Espiritual está representado por el inglés Colin Bloy, quien se dedicó por más de 30 años a Sanar y enseñar este método por Australia, Canadá y Europa. Murió en 1995 en Tenerife. Él define así la Sanación por Arquetipos:
"La Sanación por Arquetipos trata las enfermedades por su reducción arquetípica desde la transferencia de Arquetipos efectivos de probada eficacia, cuya introducción en los diferentes estratos energéticos del paciente modifica la codificación y la información de la enfermedad, sustituyendo los códigos enfermos por códigos saludables, cuya información encriptada es transferida a los diversas capas de los centros energéticos, modificando la información cual si se tratara de un disquete de programación que sustituye los códigos propios y tipificados de la enfermedad, por otros nuevos que poco a poco, se van asentando hasta hacerse estables y sustituyen a los códigos enfermos."
COMO NACE EL MÉTODO DE SANACIÓN POR ARQUETIPOS
LA SANACION, EL SANADOR y EL PROCESO
Hoy sabemos que toda enfermedad tiene un componente emocional y mental importante. Depende de la actitud del enfermo para sobrellevarla con menos sufrimiento como para sanarla definitivamente. Por eso se dice que la mayoría de las enfermedades son psicosomáticas.
Volver a un estado de salud exige mucho trabajo y cambio personal. La receta del médico es insustituible para el cuerpo físico, pero si no ordenamos los cuerpos (emocional y mental) la enfermedad aparecerá nuevamente tal vez con otro síntoma.
El alma tiene códigos para hacerse entender y para pedir que seamos fieles a su misión. Uno de esos códigos son los síntomas. Entenderlos y aprender a dialogar con ellos nos orientará para encontrar el camino de la salud.
El cuerpo físico es en donde se hace visible la enfermedad a través de la forma, a través de sus sistemas, sus órganos, venas, arterias, etc.
El cuerpo etérico es el que le da energía al cuerpo físico, mediante una red de líneas de fuerza a través de las cuales fluye la energía cósmica o divina.
Desde el lenguaje del cuerpo o la enfermedad nos llega información indicadora sobre las emociones reprimidas, cada órgano habla de sí mismo y representa lo que nos afecta. De manera que la enfermedad se presenta como “oportunidad” de transformación interna, un viaje que nos invita a tomar conciencia, que nos c convida a indagar internamente las necesidades del corazón y del alma. Con lo cual las enfermedades se transforman en maestros que nos orientan sobre el hábito o actitud incorrecta que desequilibra el organismo.
No siempre esto es aceptado por la persona, porque tendemos más a “pelear” contra la dolencia, entrando en guerra con la situación. El primer paso es aceptar lo que sucede como lo que ES. Y luego tratar de entender el mensaje que me está mandando la realidad. En todo abordaje de sanación lo que se pide es aprender a expresar las emociones, pues las emociones no expresadas negadas o reprimidas, se almacenan en nuestro cuerpo de manera física.
Un proceso es un camino, no hay nada milagroso si no se toma conciencia y se abordan los temas con una intención de observación y cambio. Para ello debemos ayudar a quien llega a nuestra consulta a que tome contacto con fortalezas y debilidades. Ir reconociendo nuestras capacidades, nuestras trabas, nuestros aspectos poco desarrollados y adquirir las destrezas para afrontar la vida con sensibilidad, sabiduría e independencia nos ayuda a madurar.
Cada día estamos más anoticiados del poder de la mente ante la Sanación ya sea física o etérica. Cada día se suman más científicos que dan pruebas de la existencia holística del Ser humano, como un todo integrado en total conexión con mente, cuerpo y alma.
Pero todavía tenemos que trabajar mucho para autoconvencernos y convencer a la humanidad de la gran fuerza energética que poseemos, conectar con ella y ayudar a provocar milagros. Ante este desafío las terapias alternativas o complementarias aportan soluciones que en conjunto con la medicina convencional darán paso a un tratamiento mixto. Estas dos medicinas, actuando en colaboración, poseen el mismo objetivo que es sanar y devolverle el equilibrio al organismo.
Lo maravilloso de los Arquetipos es que estamos involucrándonos con formas que creamos en el espacio. Al crear esas formas en el espacio vacío ellas adquieren fuerza energética. El sanador siente en sus manos una figura energética con forma geométrica definida, que bien puede percibirla deformada o con alguna parte ausente. Si eso ocurre trazará con sus dedos la figura correspondiente completa y corregida.
Esta técnica en países como Inglaterra, donde la sanación espiritual es subvencionada por la sanidad pública, es opcional como terapia de apoyo en muchas enfermedades. Los médicos están cada vez más involucrados en aconsejar este tipo de terapéuticas, porque han comprobado su eficacia y el modo en que pueden avanzar más rápidamente hacia la resolución de una enfermedad.
“El Arquetipo adquiere vida en el momento que se proyecta” y al sellarlo con el movimiento de empuje queda instalado en el aura o campo energético del paciente para ir tomando su lugar paulatinamente. Los arquetipos son cósmicos y trascendentes, son un proceso de la creación.
Cuando hacemos referencia a Sanación Espiritual estamos diciendo que nos manejamos con energías sutiles, invisibles al ojo humano. Espiritual es todo aquello que no se circunscribe al mundo de la materia.
EL SANADOR
La sanación es un don que cualquier humano puede desarrollar. La llave de la sanación está en el cambio de conciencia. Esa es la tarea fundamental del sanador; la de ayudar a la persona a que entienda el mensaje de su enfermedad.
El sanador no sana por sí mismo si no que canaliza una fuerza que existe fuera de nosotros y activa la capacidad auto sanadora en las otras personas. Su trabajo se hace sobre el cuerpo etérico, que es donde operan las fuerzas arquetípicas.
La Sanación Espiritual es una actividad básicamente práctica, no se limita solo al estudio teórico. El sanador debe estar en continuo crecimiento y desarrollo buscando su propia evolución personal. Por eso en este curso te invito a que uses el método sobre ti misma en primer lugar, para que luego lo apliques
“Ser Sanador significa un estado de no ser. Si quieres realmente ser un Sanador debes aceptar tu vacuidad” (Osho)
El sanador no es realmente un sanador porque él no es quién actúa. La sanación sucede a través de él; él solamente tiene que desaparecer. En realidad, ser un sanador significa no ser.
Cuanto menos eres, mejor es la sanación. Cuanto más eres, más bloqueado está el vehículo. Dios, o la totalidad, o como prefieras llamarlo, es el sanador: el sanador es el todo...
Una persona enferma es aquella que ha desarrollado bloqueos entre ella misma y el todo, y es por eso que está desconectado. La función del sanador es volverle a conectar.
Pero cuando digo que la función del sanador es volverla a conectar no me refiero a que es el sanador quien tiene que hacer algo. El sanador es sólo un vehículo. Dios es el sanador. El sanador está conectado con el todo, por eso puede convertirse en un vehículo.
El sanador toca el cuerpo de una persona enferma y se convierte en un enlace entre el paciente y la fuente. Si es sanador es una persona de conocimiento, que entiende el proceso, no sólo puede ayudar al paciente a sanar, sino que además puede ayudarle a que conectarse con la fuente de donde procede la sanación.